Se ha preguntado alguna vez ¿cómo sería pasar unos días en
el desierto? Sin duda sería algo que jamás olvidaría. En este estudio veremos
la posibilidad de estar allí y lo saludable que sería para nuestra fe.
¿Cómo son los desiertos?
Los desiertos son los ambientes más inhóspitos y hostiles
del planeta, y tiene algunas características fundamentales:
Carencias de
Recursos básicos: Los desiertos tienen carencia de Agua y alimentos por su
misma condición extrema.
Falta de Puntos de
Orientación: Los desiertos tienen paisajes cambiantes, sobre todo los
desiertos compuestos por dunas de arenas, donde la brisa mueve la arena con
relativa rapidez y en cuestión de horas borra caminos y huellas. Solo expertos
pueden orientarse en los desiertos utilizando como referencia el cielo y las
estrellas.
Exposición a las
condiciones más extremas: En los desiertos se pueden experimentar variedad
de climas extremos en pocas horas en el día, por lo general el calor es extremo,
muy por encima de los 45°C, por las noches las temperaturas desciende
rápidamente a un frio casi insoportable y los fuertes vientos y las partículas
de arena producen un efecto como lija que lastima la piel.
Soledad: Por
todo lo antes mencionado, los desiertos carecen de habitad y vida silvestre y
animal. Las especies que sobreviven en los desiertos no son nada amigables,
como serpientes y escorpiones, con los cuales, de seguro uno no quiere toparse.
A pesar su condición extrema, la biblia nos muestra que
Dios usa el desierto como lugar favorito de reunión con las personas que ama. Grandes
personajes de la biblia fueron formados en el desierto, ese fue el Caso de Abraham, Moisés, David, Elías, Juan el
Bautista y hasta el mismo Jesús
¿Por qué en desierto? ¿Qué tiene de especial?
Oseas 2:14
Dios ama a su
pueblo Israel
»Yo la voy a
enamorar:
la llevaré al desierto
y le hablaré al
corazón
La palabra
que usaremos aquí es “dependencia” Dios nos lleva al desierto donde no hay
nada, así en nuestra carencia expone y revela lo que más desea nuestro corazón.
Dios quiere que lo amemos a Él, que dependamos totalmente de Él más que
cualquier otra cosa en este mundo.
Recuerde; cuando
Israel paso por le desierto Dios les dio “Agua de la roca (Numero 20:9-11)”.
Dios les dio “Comida de ángeles (Salmos 78:23-25)”
Dios suplió
todas sus necesidades, todo esto por 40 años. En este punto quiero preguntarle ¿Siente
que está en un desierto? Quizás Dios quiere hablarle al corazón
Deuteronomio 8:2
Recuerda que
durante cuarenta años el Señor tu Dios te llevó por todo el camino del
desierto, y te humilló y te puso a prueba para conocer
lo que había en tu corazón y ver si cumplirías o no sus mandamientos.
Podemos
decir entonces que el desierto tiene por cualidad revelar el deseo más profundo
de nuestro corazón, o es Dios o es algo más que sin duda será expuesto.
Ni
siquiera el hijo de Dios se libró de pasar por el desierto:
Mateo 4:1-11
Después de esto, el
Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo
lo pusiera a prueba. 2 Jesús ayunó cuarenta días y cuarenta noches,
y al final sintió hambre. 3 Entonces se le acercó el diablo y le dijo: -Si de
veras eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
4 Jesús le
contestó: -Las Escrituras dicen: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra pronunciada por Dios. 5 El diablo lo llevó luego a la ciudad santa, lo
subió al alero del Templo 6 y le dijo: -Si de veras eres Hijo de Dios, tírate
abajo, porque dicen las Escrituras: Dios ordenará a sus ángeles que cuiden de
ti y te tomen en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra.
7 Jesús le
contestó: -También dicen las Escrituras: No pondrás a prueba al Señor tu Dios.
8 De nuevo el
diablo lo llevó a un monte muy alto y, mostrándole todas las naciones del mundo
y su esplendor, 9 le dijo: -Yo te daré todo esto si te arrodillas ante mí y me
adoras.
10 Pero Jesús le
replicó: -Vete de aquí, Satanás, pues dicen las Escrituras: Al Señor tu Dios
adorarás y sólo a él darás culto. 11 El diablo se apartó entonces de Jesús, y llegaron los ángeles para servirle.
Cuando Jesús
fue llevado al desierto para que su corazón sea revelado ante Dios, lo que
había en Él era fe, amor y obediencia, ante las tentaciones puestas por satanás
Jesús jamás se rindió, defendió su fe con el poder las escrituras. 40 Es el
numero en similitud, para Jesús fueron días para Israel fueron años, aunque el
tiempo no importa en realidad cuando se encuentre en el desierto su estadía en algún
momento acabara, y con ello se ira la soledad del desierto, el fuerte clima, el
dolor y el sufrimiento, entonces vendrán días mejores, alegría, paz, gozo,
hasta los ángeles vendrán a recibirle y lo mejor de todo su corazón se habrá purificado
por su encuentro: “cara a cara con Dios en el desierto”
¡Que Dios le bendiga!
Einar Zelaya