Por la mañana, cuando volvía a la ciudad, Jesús sintió hambre. Vio una higuera junto al camino y se acercó a ella, pero no encontró más que hojas. Entonces le dijo a la higuera: —¡Nunca más vuelvas a dar fruto! Y al instante la higuera se secó. Al ver lo ocurrido, los discípulos se maravillaron y preguntaron a Jesús: —¿Cómo es que la higuera se secó al instante? Jesús les contestó: —Les aseguro que si tienen fe y no dudan, no solamente podrán hacer esto que le hice a la higuera, sino que aun si a este cerro le dicen: “Quítate de ahí y arrójate al mar”, así sucederá. Y todo lo que ustedes, al orar, pidan con fe, lo recibirán.
Mateo 21:18-22
Jesús sabe como somos realmente
Jesús nació y creció como cualquier niño judío, y como todo ser humano “tuvo hambre”, sueño, fatiga, por eso él comprende nuestra humanidad y nuestras debilidades. Como niño fue instruido, como joven y adulto fue tentado y enfrentó diversas dificultades, por eso comprende nuestras situaciones.
La Escritura dice: “todo fue creado por medio de él y para él”, por tanto conoce nuestra estructura material, emocional y espiritual, y sabe exactamente cómo ayudarnos y guiarnos.
La higuera apreciada entre los israelitas, produce su delicioso fruto durante diez meses del año, pero Jesús no encontró fruto. Así en nuestro “camino” nos vamos a encontrar con cosas que no responden a nuestras expectativas, quizá: decepciones, traiciones, engaños, pero esas “higueras” deben ser aprovechadas para crecer y madurar; Jesús la aprovechó para enseñar, y los discípulos para aprender.
La Palabra de Dios es poderosa
Vemos que cuando él habló la higuera se secó. La Palabra de Dios es poderosa: convierte el alma, redarguye, edifica, santifica, alimenta, es eterna, es viva, eficaz, poderosa, sana y libera.
Jesús revela el poder de la fe y cómo ésta genera maravillas, hará que superen los más grandes obstáculos, y los llevará a cosas mayores. La fe determina nuestra comunión con Dios, alimenta nuestra oración, pues si la hacemos “creyendo” recibiremos la respuesta de Dios.
Dios te bendiga
Einar Zelaya G.
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