¡Renovación!



¿Crecimiento?
¿Renovación?
¿Transformación?
¿Guía? ¿Instrucción? ¿Dirección? No espere recibir ninguna de estas cosas sin antes desarrollar una relación diaria con el creador del universo, pues Dios en quien le cambia, transforma, guía, instruye y dirige por medio de su Palabra.
La biblia empieza con la creación del universo en Génesis 1:3 donde la palabra de Dios tiene el poder de crear las cosas, fue suficiente una palabra de los labios de Dios para que las cosas fueran hechas. Por lo tanto el poder de Dios radica en su Palabra
Por otro lado tenemos el libro de hebreos que nos dice que la Palabra de Dios es viva y poderosa:
Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. 
Hebreos 12:2

En la Palabra de Dios hay profundidad para llegar a conocernos a nosotros mismos hasta lo más íntimo, tanto así como si nos viésemos en un espejo (1 Corintios 13:12). Una vez conociéndonos a profundidad podremos hacer los ajustes que sean necesarios para nuestro bien por su puesto, pero también para alcanzar el estándar que Dios desea.

La biblia es el libro más poderoso de todos ya que de EL  adquirimos Fe en el Hijo de Dios, la cual es necesaria para la salvación:

Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo.
Romanos 10:17

Sin fe sencillamente no podremos Agradar a Dios:  
Pero no es posible agradar a Dios sin tener fe, porque para acercarse a Dios, uno tiene que creer que existe y que recompensa a los que lo buscan.
Hebreos 11:6

Este mundo está lleno de distracciones que pueden apartarnos de Dios, pero Dios transforma nuestra mente y nos hace un templo espiritual mediante el uso de Su Palabra. Así como usted invierta su tiempo en meditar en la Palabra de Dios, memorizándola, y haciéndola parte de su vida, Dios, gradualmente hará su mente más espiritual. (vea 2 Corintios 3:18).  Su mente controla su cuerpo, y su voluntad controla su mente. Mucha gente cree que controla su voluntad mediante “fuerza de voluntad”, pero usualmente fracasan. (Esta fue la experiencia de Pablo como se lee en Romanos 7:15-21). Es solamente cuando cedemos nuestra voluntad a Dios que Su poder puede tomar el control y darnos la “fuerza de voluntad” que necesitamos para ser Cristianos victoriosos.
Por eso es tan importante renovar nuestra mente:

No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.
Romanos 12:2

Deje que Dios haga los cambios en su vida, deje que Dios le guíe, instruya y de dirección, Deje que Dios se haga cada día más real en usted, deje que Dios manifieste su voluntad a través del Poder de su palabra.  
¡Que Dios le bendiga!
Einar Zelaya  

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