“Así que, traten a los demás como les gustaría que los trataran a ustedes. Ese es el verdadero significado de la ley y de la enseñanza de los profetas”Mateo 7:12
Antes de dar esta nueva
enseñanza Jesús interpela a sus seguidores con estas preguntas:
-¿Le daría alguno de
ustedes una piedra a su hijo si le pide pan?
-¿O le daría una serpiente si le pide un pescado?
-¿O le daría una serpiente si le pide un pescado?
La respuesta parece ser
muy obvia ¿verdad? pero la relación que tiene la regla de oro con esas
preguntas es mucho más profunda de lo que podemos imaginar.
Antiguamente había una
ley un tanto parecida “ojo por ojo diente
por diente… Éxodo 21:24” a simple vista parece ser algo equilibrado y justo,
pero sinceramente no es ese el precio que deseamos pagar cuando cometemos un
error, todos deseamos gracia y eso fue lo que Jesús nos vino a enseñar:
"Ustedes han oído que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente"
"Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen"¡Tratar a los demás como nos gustaría que nos traten a nosotros!
Mateo 5:38,44
Haciendo un resumen de la
crucifixión de Jesús en ese tiempo ¿Las personas lo trataron como Él los trato?
Desde su aparición en el primer evangelio vemos a Jesús sanando enfermos, dando
de comer a los hambrientos, enseñando de pueblo en pueblo, Jesús hizo el bien
pero el mundo lo trato diferente, por si fuera poco Él decidió por voluntad
propia (Hebreos 10:5-7) ocupar
nuestro lugar en la cruz, la ley enseñaba que cada quien era responsable por
sus pecados (Jeremías 31:30) pero Jesús
se hizo responsable por los pecados del mundo.
La enseñanza de Jesús en
la regla de oro es: trata a los demás con amor porque es así como tú deseas que
te traten, y si ellos no te trataran con amor en algún momento sigue amándolos porque
eso es lo que quiero que aprendas de mí. Recuerda que yo di mi vida por ti también
aun cuando no lo merecías:
“Pero Dios muestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”Romanos 5:8
¡Esa es la regla de oro!
Dios te bendiga.
Einar Zelaya G.
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uno nunca sabe a cuantas personas puede ayudar.
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