ORACIONES
DE LAMENTO
CUANDO
DIOS NO CONTESTA
“En
una relación de amor no hay obligación, solo un deseo profundo de agradar”
¿Qué hacemos cuando oramos y nada
sucede? Cuando oramos por sanidad y no sanamos, cuando pedimos por un amigo o
familiar para que conozca a Cristo y pareciera que cada vez está más lejos.
Cuando anhelamos y soñamos con una respuesta de oración y esta simplemente no
llega. Estas experiencias decepcionantes causan en nosotros el lamento.
El lamento es algo que viene del
interior de las personas, las oraciones de lamento también deben ser elevadas
al Padre, el libro de lamentaciones está ahí justamente para enseñarnos algo “a
lamentarnos” en presencia de Dios:
¡Pídele ayuda al Señor,
bella ciudad de Sión!
¡Deja correr de día y de noche
el torrente de tus lágrimas!¡No dejes de llorar,
no des reposo a tus ojos!
Levántate, grita por las noches,
grita hora tras hora;
vacía tu corazón delante del Señor,
déjalo que corra como el agua;
dirige a él tus manos suplicantes
y ruega por la vida de tus niños,
que en las esquinas de las calles
mueren por falta de alimentos.
Lamentaciones 2:18-19
Lamentarnos en la presencia del Padre
David era un experto lamentador, podemos
verlo en diversos libros de la biblia que hablan de él “David entonó este lamento por la muerte de Saúl y de su hijo Jonatán 2
Samuel 1:17”, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?, ¿por qué no
vienes a salvarme?, ¿por qué no atiendes a mis lamentos? Salmo 22:1”. De
eso se trata traemos delante de Dios
los anhelos de nuestro corazón. Si parece que no sucede nada, no nos rendimos seguimos
pidiendo. Es aquí donde aprendemos a ir con un coraje honesto delante de Dios.
Si bien lamentarnos ante Dios no suena
nada agradable, tiene un propósito en nosotros:
Vale más llorar que reír,
pues podrá hacerle mal al semblantepero le hace bien al corazón.
Eclesiastés 7:3
En este tipo de oración podemos
fácilmente dejar fluir nuestras emociones, aflicción, dolor, frustración,
angustia, tristeza, enojo, etc. Todas estas emociones una vez expresadas a
fondo, traerán paz a nuestros corazones, nos ayudarán a meditar y pensar en el
propósito de dicha situación desagradable.
Las oraciones de lamento suenan muy
parecido a quejas y los lloriqueos, pero es mucho más apropiado y efectivo
quejarse y lloriquear con Dios que con la gente. Debemos hacerlo respetuosamente
y con sumisión. No obstante Dios
atenderá a prisa las oraciones que vengan de un corazón hecho pedazos, el no
rechazará las peticiones de un corazón angustiado y desesperado por ayuda:
“Pero el Señor siguió diciendo:
—Claramente he visto cómo sufre mi
pueblo que está en Egipto. Los he oído quejarse por culpa de sus capataces, y
sé muy bien lo que sufren. Por eso he bajado, para salvarlos del poder de los
egipcios…”Éxodo 3:7-8
Los lamentos de del pueblo de Dios serán
atendidos, Dios será urgente para rescatarlos,
nos dará esa paz que solo Él puede darnos, por esta razón no dudes en
derramar tu corazón en su presencia, exprésale tus lamentos y en el proceso
deja fluir tus emociones, vacía a fondo la tristeza de tu alma. Y finalmente Dios transformará tus lamentos en
canticos de alegría:
Has cambiado en danzas mis lamentos;
me has quitado el lutoy me has vestido de fiesta.
Salmos 30:11
No todas las oraciones de lamento tienen
un final feliz, pero el ¿Por qué no? con el tiempo encuentra respuesta y la
confianza, la fuerza, la fe se restauran. Es una verdad irrefutable que a pesar de lo
que estamos pasando, Él volverá a darnos vida, de nuevo nos levantará y
aquellos lamentos quedaran en el olvido, silenciados por un nuevo canto de Gozo
y Gratitud.
¡Dios te bendiga!
Einar Zelaya G.
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