ORACIONES MATUTINAS
“En
una relación de amor no hay obligación, solo un deseo profundo de agradar”
Cada momento es oportuno para orar; el día
o la noche, por fe sabemos que Dios atiende nuestras oraciones independientemente
de la hora que sea. No se debe pensar en Dios como un ser regido por leyes físicas
como el tiempo o la distancia, los seres humanos nos regimos por estas leyes
pero para Dios no es un problema ya que están bajo su control, Él las creo. Delante
de Dios da igual si lo buscáramos de día o de noche, no tiene ningún efecto en
Él, pero si lo tiene para nosotros. Algunos autores de la biblia en diferentes
lugares y periodos de tiempo escribieron lo mismo sobre la importancia de orar
por la mañana:
Señor,
escucha mi voz por la mañana;
cada
mañana llevo a ti mis peticiones y quedo a la espera.
Salmos 5:3
Este es un Salmo del rey David (en
hebreo: «el amado» o «el elegido de Dios»). Denota en su composición cierto
sacrificio y búsqueda constante del autor en determinadas horas del día (cuando
el sol acaba de salir) el resto de las horas del día espera la repuesta de Dios
“descansa confiado” en que Dios responderá. Esto es lo que hace la diferencia,
orar temprano en la mañana, exponer nuestro corazón a Dios en las primeras
horas del día, nos ayudan a vivir confiados “descansando” en que Dios responderá
en el resto de las horas del día.
Más adelante, en el libro de proverbios,
la sabiduría en representación de Dios dice:
Yo
amo á los que me aman; Y me hallan los que madrugando me buscan.
Proverbios 8:17
Dios se complace en aquellos que le
buscan muy de mañana, esto es una afirmación de parte de Dios, por esta razón podemos
confiar en que si buscamos temprano a Dios nuestras oraciones en contrataran
respuestas. ¿Esto quiere decir que Dios no va atender oraciones que se hagan en
la tarde o la noche? Claro que no, pero podemos ver que Dios ama que lo busquen
temprano.
Mientras Jesús anduvo en la tierra,
dedicaba esa primeras horas del día para hablar con su Padre, lo más importante
para Él era esta relación. Quizás por eso Dios lo acompañaba y ayudaba en todo:
De
madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad
para ir a orar a un lugar solitario.
Marcos 1:35
Jesucristo
nos da un ejemplo claro de cómo es que se busca a Dios. ¿Quieres parecerte más Jesús en su carácter? Pues pon tu alarma y empieza
a orar. Cabe destacar que esto no es ni debe verse como una ley impuesta, al
contrario debe ser una expresión de amor. Nuestras oraciones de hoy en adelante
deben ser diferentes, acerquémonos más al carácter de aquellos hombres que
buscaban hacer de Dios su prioridad. Así podremos vivir en paz el resto del día,
haremos sentir amado a nuestro Padre Celestial y encontraremos su buena voluntad.
¡Que
Dios te bendiga!
Einar
Zelaya G.
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